Venas varicosas de la pelvis.

¿Por qué aparecen las venas varicosas de la pelvis

Recientemente, las venas varicosas pélvicas se diagnostican cada vez más en mujeres. A menudo sus síntomas se confunden con patologías ginecológicas de carácter inflamatorio o con trastornos hormonales. El diagnóstico correcto por parte de los patólogos le permitirá someterse al tratamiento adecuado, que evitará el desarrollo de complicaciones graves.

Clasificación y etiología de las varices de la pelvis.

Los órganos externos e internos del sistema reproductor femenino tienen muchos vasos sanguíneos, cada uno de los cuales tiene válvulas y están conectados entre sí. En el cuerpo de una mujer sana, toda la sangre se recoge del perineo y ingresa a la vena cava. En caso de venas varicosas de los órganos pélvicos, su transporte a la vena cava no se realiza, lo que conduce al desarrollo de un proceso estancado.

Según la CIE-10, las venas varicosas pélvicas significan un proceso patológico asociado con el debilitamiento de las paredes de los vasos venosos de los órganos pélvicos, lo que conduce al desarrollo de ectasia.

Hay dos tipos de venas varicosas de las venas pélvicas, que están interconectadas y provocan el desarrollo mutuo:

  • Agrandamiento de las venas vulvares.
  • Síndrome de congestión venosa.

Dependiendo del grado de dilatación de las venas, las varices de los órganos pélvicos tienen 3 grados. En la etapa inicial, su tamaño no supera los 5 mm, mientras que el grado 3 se caracteriza por un diámetro de vena de más de 10 mm.

Entre las principales causas del desarrollo de venas varicosas de los órganos pélvicos, los expertos identifican:

  • Dilatación de los plexos ováricos y venas del ligamento ancho uterino.
  • Alto contenido de progesterona.
  • Disfunciones hormonales, especialmente durante la pubertad.
  • Displasia del tejido conectivo.
  • Predisposición hereditaria.
  • Enfermedades congénitas de las paredes de los vasos sanguíneos.

Los factores provocadores que predisponen al desarrollo de venas varicosas de la pelvis pequeña incluyen:

Razones para el desarrollo de venas varicosas de la pelvis pequeña.
  • Llevar un feto intrauterino.
  • Embarazo múltiple.
  • Complicaciones después del parto.
  • Inactividad física.
  • Enfermedades del sistema reproductivo.
  • Terapia hormonal y anticoncepción.
  • Disfunción sexual.
  • Actividad física significativa.

La probabilidad de desarrollar varices durante el embarazo es muy alta. Los cambios hormonales y la carga adicional sobre los órganos internos son condiciones favorables para la deformación del sistema vascular de una mujer.

Con el desarrollo de las venas varicosas de los órganos pélvicos, se produce una disfunción de las válvulas responsables de la salida de sangre. Su destrucción provoca el estancamiento de la sangre en las venas, que a su vez se llenan de sangre y se estiran. Esto provoca un aumento de la congestión en los vasos sanguíneos. Las principales ubicaciones del síndrome de sobrecarga venosa pélvica son el área alrededor del útero, las trompas de Falopio, la vagina y la vulva.

Venas varicosas de la pelvis: síntomas.

Los síntomas de la enfermedad son variados y complejos. Su manifestación a menudo se confunde con signos de patologías de sistemas y órganos adyacentes del cuerpo. Un rasgo característico de los signos de esta patología es la prevalencia de manifestaciones de una de las formas.

Los signos de venas varicosas vulvares incluyen:

  • Expansión significativa de las venas en la vulva o el perineo. Hay sensación de picazón, malestar, pesadez. Los labios están hinchados y las venas de su superficie están agrandadas y dilatadas. Es posible la aparición de hemorroides.
  • Sangrado espontáneo o postraumático.
  • Tromboflebitis de las venas perineales, como complicación de este tipo de varices. Se siente dolor intenso, hinchazón y decoloración de la piel en el perineo. Las venas son duras y dolorosas. También es posible su inflamación.

En el contexto de tales síntomas, existe una alta probabilidad de desarrollar miedo al contacto sexual, sentimientos de ansiedad e irritabilidad. Una mujer desarrolla una disfunción del sistema reproductivo, lo que puede provocar infertilidad.

El síndrome de hiperemia se manifiesta:

  • Dolor constante en la parte inferior del abdomen con posible irradiación a la columna lumbar, sacro, perineo o ingle. Pueden ser de diferente intensidad y naturaleza. Su intensificación es provocada por la inmovilidad y la actividad física excesiva.
  • Dispareunia. La aparición de dolor es posible directamente tanto durante las relaciones sexuales como después de su finalización. Se observa hiperestesia de la piel del perineo y la mucosa vaginal.
  • Síndrome premenstrual. Se observan manifestaciones pronunciadas de dolor en la segunda fase del ciclo. También son posibles menstruaciones dolorosas, dismenorrea y aumento del flujo vaginal.
  • Trastorno de la micción. Las evacuaciones van acompañadas de dolor intenso y son frecuentes.

Los síntomas de las varices pélvicas son muy extensos y pueden ser de cualquier intensidad. Puede ser complejo o manifestarse según un signo. La manifestación de los más mínimos signos de patología requiere una consulta inmediata con un médico. Descuidar los síntomas de las venas varicosas puede provocar el desarrollo de complicaciones graves.

Tratamiento de las varices pélvicas en mujeres.

Un flebólogo o cirujano vascular participa en el diagnóstico de la enfermedad y su tratamiento. El tratamiento de las varices es individual, se lleva a cabo de forma integral y depende del estadio de la enfermedad.

En la etapa inicial, solo se utilizan métodos de terapia conservadora:

  • Usar productos de compresión.. Para las venas varicosas de los órganos pélvicos, se recomienda a las mujeres usar medias de compresión. Normalizan el flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos y eliminan el estancamiento de la sangre en las venas.
  • métodos para tratar las venas varicosas de la pelvis
  • Tratamiento farmacológico. Consiste en una ingesta compleja de fármacos de varios grupos. Para esta enfermedad, se prescriben cursos de fleboprotectores, flebotónicos, antiagregantes plaquetarios, AINE, enterosorbentes, antioxidantes, venotónicos y protectores de membrana.
  • Realización de fisioterapia. Realización diaria de gimnasia especial, que consta de los siguientes ejercicios: abedul, bicicleta, tijeras, metiendo las piernas contra el pecho en posición acostada, levantando alternativamente las piernas desde una posición acostada, caminando por la habitación sobre los dedos de los pies y los talones.

Una ducha de contraste diaria en la parte interna de los muslos, la parte inferior del abdomen y el perineo es muy eficaz como terapia auxiliar.

El tratamiento farmacológico se prescribe durante el período de exacerbación. Bajo la influencia de medicamentos, los síntomas de la enfermedad se alivian eficazmente y se logra la remisión a largo plazo de la enfermedad.

En una etapa avanzada de la enfermedad, cuando los métodos de terapia conservadora no han dado el resultado deseado y no se ha producido alivio del dolor, se prescribe el tratamiento quirúrgico de las venas varicosas. Dependiendo del cuadro clínico de la patología y la ubicación del reflujo y conglomerados venosos, se decide la cuestión del uso de las siguientes técnicas quirúrgicas:

  • Ligadura de la vena ovárica.
  • Escleroobliteración de las venas ováricas.
  • Resección de venas ováricas.
  • Recorte de venas ováricas.
  • Flebectomías.
  • Coagulación con láser y radiofrecuencia.
  • Crossectomías.

La base de cualquier terapia es la nutrición y el régimen adecuados. Se excluyen todos los malos hábitos y se siguen estrictamente todas las prescripciones y recomendaciones médicas.

Los naturópatas, como terapia adyuvante, recomiendan el uso de alguna medicina tradicional. Entre ellos, los más efectivos son:

  • Zanahorias frescas con aceite de linaza.
  • Tintura de castaño.
  • Infusión de raíz de diente de león.
  • Procedimientos de hirudoterapia.

Independientemente del método de terapia, cualquier tratamiento para las venas varicosas de los órganos pélvicos debe realizarse exclusivamente según lo prescrito por un médico y bajo su supervisión. La automedicación de esta patología está estrictamente prohibida, ya que el desarrollo de complicaciones puede ser fatal.

Venas varicosas de la pelvis en mujeres durante el embarazo.

Como muestra la práctica médica, muchas mujeres encuentran venas varicosas de los órganos pélvicos durante el embarazo o después del parto. Fisiológicamente, durante la gestación de un feto intrauterino, existe una alta probabilidad de desarrollar disfunción venosa, lo que conduce a alteraciones en la salida de sangre.

Las mujeres más susceptibles a desarrollar esta patología son:

  • Diagnóstico de la estructura anormal de los órganos del sistema reproductivo.
  • Predisposición hereditaria.
  • Aumento rápido de peso durante el embarazo.
  • Malos hábitos.

Muy a menudo, la dilatación venosa de las venas pélvicas ocurre en el tercer trimestre. Esto se debe a un aumento en el tamaño del útero, lo que genera una presión adicional sobre los órganos cercanos. Como resultado, se desarrolla su disfunción.

Además, uno de los principales motivos del desarrollo de esta patología durante el embarazo son los cambios hormonales. Un rápido aumento en la cantidad de progesterona conduce a un desequilibrio hormonal, que posteriormente relaja las paredes de las venas.

venas varicosas de la pelvis durante el embarazo

Las venas varicosas de los órganos pélvicos no son una contraindicación para el embarazo ni una indicación para su interrupción. El cumplimiento de las medidas preventivas y el tratamiento conservador prescrito por un médico reduce significativamente la probabilidad de que se desarrollen complicaciones tanto en la mujer como en el feto.

Cabe señalar que una de las principales complicaciones de esta patología es la tromboflebitis aguda de las venas pélvicas. Además, cuando las venas afectadas están dañadas, se puede desarrollar una hemorragia, que sólo puede detenerse quirúrgicamente.

La eliminación de las venas varicosas de la pelvis en la primera y segunda etapa de la enfermedad se realiza de forma natural. Dependiendo del cuadro clínico de la enfermedad, puede ser necesaria la administración adicional de medicamentos que diluyen la sangre. La tercera etapa de las varices es una contraindicación para el parto natural. Por tanto, la mujer en trabajo de parto se somete a una cesárea.

La terapia para las venas varicosas tiene como objetivo aliviar los síntomas. Las mujeres embarazadas empiezan inmediatamente a usar prendas de compresión. Se colocan rodillos especiales en la desembocadura de la vena femoral safena mayor o en la fosa pélvica.

En el segundo trimestre, se lleva a cabo la terapia con medicamentos. Inicialmente, se prescriben fármacos flebotónicos. Si tomarlos no produce un resultado positivo, se realiza un tratamiento con flebosclerosante.

Prestar atención a su salud le ayudará a evitar el desarrollo de complicaciones de las varices y no supondrá una amenaza ni para la mujer ni para el feto. Muy a menudo, la patología desaparece por sí sola después del embarazo. Pero existe un riesgo mínimo de persistencia de las venas varicosas después del parto.

Prevención de las varices de los órganos pélvicos.

Los métodos de tratamiento conservadores alivian significativamente la condición de la mujer embarazada y previenen el desarrollo de complicaciones. El principal objetivo del complejo terapéutico es prevenir las recaídas y prevenir la resolución quirúrgica de la patología.

Un papel importante lo juega la prevención de la patología y sus recaídas. Los expertos incluyen las siguientes medidas preventivas principales:

  • Realización de la terapia hormonal exclusivamente según prescripción médica y bajo su supervisión.
  • Estilo de vida activo con ejercicio moderado.
  • Eliminación de malos hábitos.
  • Realización sistemática de gimnasia especial para mantener los vasos sanguíneos sanos.
  • Una alimentación adecuada y saludable con muchas verduras y frutas frescas.
  • Usar medias de compresión cuando aparecen los síntomas primarios.

El cumplimiento de las medidas preventivas es importante durante toda la vida. Después de todo, prevenir la patología es mucho más fácil que tratarla.

Revisar la dieta, mantener un estilo de vida activo, consultas periódicas con un médico y el tratamiento de la patología cuando aparecen los más mínimos signos de enfermedad ayudarán a curar la patología de manera oportuna. Este enfoque de su salud evitará la intervención quirúrgica durante la fase de tratamiento y evitará el desarrollo de recaídas durante muchos años.